Tras un regalo de 4 peregrinos el viernes: una pareja y dos hermanos de edad bastante avanzada, pero valientes en el Camino por su firme fe , el sábado ha amanecido con trabajo pastoral en los pueblos y en la fraternidad.
Por la mañana tuvimos que atender dos pueblos y otro por la tarde. Todo es una experiencia y bendición. En el albergue tuvimos la alegría de recibir 2 peregrinos: Un banquero y un veterinario que compartían algo en común: ¡La búsqueda de la felicidad!
Tuvimos una misa emotiva, por la noche tuvimos un momento musical con los hermanos de otro albergue. Finalmente tras un día soleado recibimos la bendición final despidiendo el día cantando ¡quédate con nosotros Señor, la tarde está cayendo!
Ultreia
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