Un
día con apenas seis peregrinos. Sin embargo, el espíritu fraterno
al estilo agustiniano no dejó de hacerse notar. Los dos últimos
peregrinos llegaron del Camino directamente a la mesa. Es sin duda
una bendición poder compartir estas experiencias con hermanos y
hermanas de todo el mundo. ¡Gracias familia!
El Señor os acompañe y os bendiga y su Santísima Madre os proteja, religiosos agustinos, voluntarios y peregrinos que habéis, estáis o estaréis en este bendito albergue de Vega de Valcarce, del que toda mi vida guardaré recuerdo.
ResponderEliminarMi estancia no ha sido todo lo larga que hubiera querido, un asunto urgente me ha requerido en mi casa pero si tengo otra vez la oportunidad de vivir una experiencia similar a esta, si la hay, y puedo no dudaré en hacerla. Muchas gracias a todos por vuestra acogida, por vuestras palabras, por lo compartido, por vuestras atenciones, por vuestros gestos. Muchas muchas gracias.
Un abrazo muy fuerte para todos, desde Talavera.
Iván Serrano